Cartas a la dama negra:

Escritos sin sentido de un alma vagante sin más deseo que el de hallar la verdad de su propio mundo.
No te quedes aquí. Esto no es para ti.
Los entes sin sentido son los únicos capaces de amar y sufrir lo que es el auténtico amor: amor por otra persona, amor por la muerte, amor por la felicidad... o amor por el dolor.

domingo, junio 8

Humana.

Hola, dama negra.

- Jejejeje. Has tardado mucho en venir. Pensaba que ya habías huído con el rabo entre las patas.


No, dama, no.


-¿Y qué se le presenta a la mísera humana? ¿Has venido a rendirte ante mí, a felicitarme por mi maravillosa labor al tarerte de vuelta a mis brazos o a pedirme perdón?


A ninguna de las tres cosas... pero supongo que podría añadir la segunda.

Lo estás haciendo realmente bien.


-Jajajaja. Lo sé, te dije que volverías a ser mía. Los he poseído a todos: he poseído a tus padres, te he poseído a TI, te he visto llorando tanto estos días como no lo hacías desde que querías morirte. ¿Lo recuerdas, cariño, cuando querías morirte?


... Sí.

Los has poseído a todos. Incluso él está tan mal de la situación que me estás provocando que ya no disfruta cuando está conmigo.


-Ahora sólo te quedo yo. Sabías que él no lo aguantaría. Te lo dije, humana. Tú no vales para ser feliz. Eres un alma vagante.


Cállate.



-¿¡Qué!?



Que te calles.



-Insolente, ¿cómo te atreves?


¿No quieres saber a lo que he venido aquí?

Pues he venido a decirte algo.


-Estúpida, puedes decirme lo que quieras, yo siempre te superaré.




Te dejo.




Te dejo, y no volveré más.


Me has hecho daño, dama negra. Mucho daño.

Yo siempre te he querido. Te he respetado y te he escrito. Desde que tengo memoria estás en mí, te veo algunas noches junto a mi cama y siempre has estado a mi lado.

Pero cuando te he pedido ayuda, nunca me la has dado.

Cuando te he necesitado, no tenía más cercanía contigo que la de mis cartas.

Y cuando te he llamado, te has dedicado a quedarte ahí, inmóvil, oscura, como una sombra.

He tenido que buscar el sentido de mi vida sin ti, porque siempre me has hecho creer que estabas conmigo, pero sólo me mirabas. Y ¿sabes qué, dama negra? Lo he encontrado.


He decidido que no te quiero ver más.

Ni escribir.

Ni recordar.

No quiero que vuelvas a aparecer, porque te destierro.


-¡Maldita loca! ¿Cómo te atr...?


NO ERES MÁS QUE LA EXPRESIÓN DE MI DOLOR. NO ERES MÁS QUE UN ENTE ABSTRACTO CREADO A PARTIR DE MI MENTE Y QUE HA PRETENDIDO SIEMPRE POSEERME. NO ERES MÁS QUE LA PARTE MÁS OSCURA DE MÍ, A LA QUE LE HE PUESTO NOMBRE Y QUE UTILIZO PARA DESAHOGARME. NO ERES MÁS QUE YO.


-Estúpida basura, tú y yo somos un mismo ser. No puedes dejarme porque no sabes vivir sin mí. El dolor eres tú, yo soy tu dolor porque es ahí cuando me escribes. Ese estúpido te ha llenado la cabeza con sandeces de historias fantasiosas y te ha convertido en una mísera humana. Tú no eres eso, eres mi aprendiz, y tienes que venir conmigo.


No, dama. No me ha llenado con nada. Me ha demostrado que se me puede querer tal y como soy, y que tengo una gran belleza en mi interior. Ahora tengo luz, y no necesito tu mundo oscuro ni tus Bosques de la Nada para salir adelante. Le tengo a él y tengo su apoyo. Tengo una nueva mente y se me abre una nueva vida por delante. No volveré a sufrir ni a llamarte, porque no te necesito ni te volveré a necesitar nunca.




...




Tengo su amor.



-Amor. ¡Bah! Menuda estupidez. Se te acabará en cualquier momento. Estás muerta, ya te lo dije.


Jajaja. Tal vez, dama negra, me muera. Pero no tendrá importancia. Aún así él me ama. Y con esa fuerza, la más fuerte de todas, te venzo, y te alejo de mí para siempre.


Este es la última entrada que publico en este blog.

Ahora tengo uno mucho mejor:





Si me quisieras, como dices, no me tratarías así.

¿Te das cuenta, dama negra? Tú no puedes con nosotros.


No has podido nunca.


Y nunca podrás.






Espero olvidarte para siempre.





¿Viste lo que te dijo? Que tengo la libertad de ELEGIR.

Y, ¿sabes qué? Tenía toda la razón. Y ya he elegido.


Le elijo a él.

Elijo a javi_cloud.

Elijo a Light-kun.


ELIJO A JAVIER.




lunes, junio 2

¿Humana o alma vagante?

Algo no va bien.

Dama negra, yo no sé lo que es, pero hay algo que no va bien.

-¿Que no lo sabes?
¿Todavía no te has dado cuenta?

Bueno, sí que lo sé... pero no lo entiendo del todo. Creo que tal vez estoy equivocada, que las cosas no son así.

-Ajá. ¿Y cómo son, entonces?

Tal vez yo las estoy desfigurando, tal vez todo está mejor de lo que creo, y este malestar que tengo no es nada más que paranoia.

-¿Te parece paranoia, de verdad?
...Estás dejando mucho que desear, niña.

No te entiendo, dama...

-Ni siquiera lo entiendes. Ya veo en lo que te has convertido.

Dama...

-Has regalado tu alma. Te has hechado a perder.

¿Qué?

-Ahora no eres más que una estúpida niña enamorada que busca la aprobación de un hombre. Has perdido tu personalidad, has perdido tu mente, tu alma, ya no eres quien eras.

Dama negra, ¡eso no es cierto!

-Ah, no? Dime, princesa, dónde está tu pendiente de Alchemy Gothic, ese que pasaste años buscando.

Se me ha roto, por eso no lo llevo.

-¿Se te ha roto? ¿Y por qué no haces por arreglarlo, como te lo arregló papá la última vez? Se te están cerrando los agujeros, cosa que siempre has temido.

Bueno, todavía no lo he pensado. No sé, se me ha pasado.

-Mentirosa.

No! Yo no soy mentirosa.

-Mentirosa. Pones excusas, pero no piensas volver a ponértelo. ¿Por qué? Porque a él no le gustaba.

Eso no es verdad. A él no le importa lo que yo lleve puesto. Le gusto como soy, me lo ha dicho.

-¡JA! No me hagas reír, niña. Acepta tus pulseras y te ha dicho que eres guapa, de casualidad, en un día en que llevabas los pantalones anchos. Por eso no has dejado de ponértelos, si no...

Eso no es verdad. Él tiene que aceptarme como soy, y lo hace.

-Ah, sí? Y ¿por qué no te pones tus medias rotas? ¿Por qué ya no ves películas de terror? ¿Por qué ya no buscas información de esas investigaciones charras de aficionada que hacías, que no valían para nada?

Dama negra... no puedo ponerme las medias rotas en el pueblo, ya no hay películas de terror que me impresionen, y no tengo tiempo para buscar inf...

-¡Mentira! Mentirosa, de nuevo. Antes te ponías las medias rotas, te ponías tu falda larga, ibas gótica, disfrutabas con tu aspecto dark, te encantaba y te sentías guapa cuando te mirabas. Has dejado las putas películas, que ni siquiera las ves con tu padre, y no buscas cosas porque sabes que a nadie le interesan.

Pero dama...

-¿Qué pasa, te duele cuando te dicen las cosas?
Eras feliz siendo como eras. ¿Y qué me dices de tu aspecto? Disfrutabas. Te morías por ver páginas de ropa oscura y combinártela. Soñabas con encontrar esas tiendas y tener un monedero sin fondo para poder vestir como quisieras, en un lugar donde nadie te juzgara, ser tú misma.
Mírate ahora: te da miedo que te rechace por tu aspecto. Cada vez te pones más colores, aunque no disfrutas con ello. A veces sí, pero a mí no me engañas. Te echas de menos. Extrañas tu silencio cuando te rodeas de gente y a veces sientes que si no te aíslas vas a reventar. Tú no eres así, no vales para ser sociable, no vales para vestir colorines, no vales para mostrar alegría. Tú no eres un ser feliz, nunca lo has sido y nunca lo serás.

Dama, ¡basta ya!

-¿Por qué? ¿Te estás poniendo triste? Pobre niña triste, que se muere de pena. ¿Sabes, princesa, que te estás perdiendo? ¿Sabes que cada vez te alejas más de mí, que te estás volviendo un ser patético, sentimental, romanticón y que cada vez te estás alejando de mí? Querías ser como yo, aspirabas al conocimiento verdadero, a mi sabiduría, y si para ello tenías que sufrir por toda la humanidad y vagar por el mundo eternamente hago yo, estabas dispuesta a hacerlo. Pero mírate: ahora eres un ser débil. No eres más que un humano más. Tan simple. Tan pobre. Con aspiraciones tan patéticas... me das asco.

Dama... me hablas mal, yo siempre te he querido.

-¿Cómo me quieres, cariño? ¿Olvidándome? ¿Rogando por mí y luego yéndote a hacer lo que haces? Escucha tu música: has dejado de lado tanto de lo que escuchabas antes, y lo poco que te queda lo estás hechando de lado. ¿Qué mierda de sonidos tienes ahora en tu cabeza? Y ya no hablemos de esa estupidez del baile, y tus canciones... ¡JA! Si no sabes hacer nada bien, porque no lo has hecho nunca, porque no tienes facilidad para nada, y lo sabes perfectamente porque ves como te hablan con pena, cómo no saben qué decirte y se van callados o te dicen lo justo para que te quedes tranquila. Eres penosa.

Eso no es cierto. Yo sé hacer cosas.

-Tu aspecto ha sido siempre lo único que has tenido para tratar de expresarle al mundo lo que eres. ¿Te has mirado en un espejo? ¡Ahora das vergüenza! Lo has descuidado completamente: por su culpa, o por culpa de tu debilidad, te has quitado el pendiente que tanto te importaba, eres capaz de salir a la calle sin tus pulseras y no te maquillas. Tienes tus dedos vacíos de anillos, ¡has tirado el de hilo!, y no te he visto volver a pintarte las uñas. ¿Por qué? Yo te diré por qué: porque es demasiado "raro" llevar todas esas cosas: las uñas de varios colores, las medias de rayas o con esas puntillas que tienes tú, los pantalones sin cadenas, para que no den el cante... qué ridícula. Estúpida imbécil. ¡Eres ridícula! Esa patética humana no eres tú. ¿Cuándo coño piensas reaccionar?

Dama negra... no es como tú crees...

-Pues dime entonces, niña, por qué ya no me escribes. Dime por qué no haces comentarios o los dejas a medias cuando le tienes delante. Dime por qué sonríes tanto y das saltitos como una estúpida mengaja de cuatro años a la que le han comprado un juguete.

Dama... si es que quiero ser feliz...

-¿Feliz? La felicidad no es para ti. Has perdido tus ideales. Ahora buscas su orgullo, su aprobación, cada vez tienes menos miedo de llorar, y te has vuelto popular. Ahora no tienes más que puntos débiles. Se te podría atacar por cualquier lado, y tú caerías como un chorro de sangre que sale de tus ojos.

Callate. Eso no es verdad... ahora tengo fuerzas para salir adelante.

-¡Y una mierda! Mirate. Estas escribiendo esto, y tienes los malditos ojos llenos de agua. Sólo buscas la aprobación, no eres nada. Ser tú no es ser nada y tienes terror a encontrarte sola. Yo no te voy a dejar que te conviertas esa basura que pretendes hacer de ti. Vas a seguir torturada, no te voy a dejar jamás y seguirás viendo todas esas visiones que ves. Vas a seguir escuchando lo extraño cuando entres a lugares con sufrimiento, seguirás teniendo pesadillas, y viéndote cuando menos lo esperes en la colina, con todos esos muertos. ¡Y todos tus estúpidos "seres queridos" estarán mirándote! Mira tu sangre correr, mírate morir. El niño no te va a dejar. Todas las noches, cuando te acuestes, por mucho que pienses en ese imbécil por el que suspiras, el niño seguirá gritando el momento de su muerte para que tú puedas oírlo. Y yo te seguiré preguntando "¿en quién pensabas antes de morir?" como he hecho siempre. ¿A que ahora ya sí sabrás contestarme? Patética, patética, patética.

Vas a morir, ¿me oyes? Vas a morir en la miseria, viendo cómo lloran, cómo sufren esos seres sin sentido a los que quieres tanto, y te darás cuando mueras del error que has cometido al abandonarme. Después de haber estado a tu lado desde que naciste, de todo lo que has pasado a mi lado y de todo lo que yo te he enseñado, maldita embustera. Pagarás con creces lo que me estás haciendo. Seguiré envenenando las mentes de los que tienen poder sobre ti para que amarguen tu existencia. Los que viven contigo, los que respetas por encima de todo.

Y no aguantarás, maldita estúpida.

Y él no podrá rescatarte, por muchos estúpidos colores que te meta, por mucho que haga que te quites lo que siempre te ha caracterizado y por mucho que permanezca a tu lado. No es más que un estúpido humano, y los humanos siempre se cansan en el intento, o mueren por no saber parar a tiempo.

Lo has condenado, Davinia.
Nadie puede soportarte.

Por eso todo el mundo te deja.

Por eso siempre supiste que tu destino es estar sola. Aunque ahora lo hayas olvidado.


Aprovecha esa estúpida y ficticia felicidad que crees tener...
porque yo volveré a quitártela, y volverás a caer en mis brazos.


Recuerda que eres un ente sin sentido.

Recuerda que eres MÍA.